Por fin empiezo la temporada después de las lluvias y fríos. Después de la experiencia del río San Pedro con el neopreno, decido empezar ya a palear, llueva o ventee, todos los días que pueda.
He encontrado la dársena muy concurrida con equipos de remo holandeses y alemanes ? ... tanto de chicos como de chicas, aparte de los propios del lugar. El río está cosmopolita y así parece declararlo la enorme bandera de la comunidad europea que ondea en la rotonda de la Avenida de las Juventudes Musicales, frente al puente del Alamillo, bandera que se divisa desde gran parte del río y que sirve de anemómetro y veleta para los que por allí navegamos. Estos deportistas, supuestamente de élite, aprovechan nuestra magnífica pista natural y el clima benigno del que disfrutamos y establecen como base el CAR (Centro de Alto Rendimiento). Sus embarcaciones surcan el río acompañadas de los pequeños catamaranes de instrucción donde sus entrenadores lanzan sus mensajes por altavoces. Otros lo hacen desde bicicletas, también con altavoces, desde el paseo que transcurre junto y paralelo al río. Hay tantas embarcaciones, que hay que andarse con cuidado de que alguna no te embista, ya que como van mirando para atrás, como te descuides, te ensartan como si fueras un pinchito moruno, tal es la velocidad a la que van.
Los altavoces de los entrenadores a unos animan y a otros, entre ellos supongo que también a los pescadores que están en la orilla, alteran la paz buscada para el anhelado fin de semana.
Mientras tanto, yo paleo tranquilo, observando y disfrutando.
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