lunes, 5 de enero de 2015

Despidiendo el año en Tenerife.

Hemos pasado una semanita en Tenerife y recordado algunos de los sitios que ya conocíamos de nuestro viaje anterior, hace ya casi treinta y cinco años. 
La isla está algo cambiada, sobre todo en lo referente a las carreteras y asentamientos de población como en casi toda España, como es natural; especialmente el Valle de La Orotava. Sus pueblos ya casi se unen y el verde de las plataneras ha mermado bastante. De todas formas los cambios son generalmente a mejor y se mantienen sus bosques con esa vegetación autóctona que tanto me gusta. Nosotros también hemos cambiado a mejor, jejeje. 
Se han incrementado bastante las instalaciones turísticas y de una manera muy significativa en el sur, por las playas de Las Américas y Los Cristianos. 
Un enorme cambio, a mejor, han experimentado las instalaciones del Loro Parque. Ya no hay solo loros como antaño sino muchas más atracciones ubicadas en un entorno vegetal bastante cuidado y que tiene tanto atractivo como su propio contenido. Imprescindible. 
No hay que perderse tampoco el ya histórico Jardín Botánico ni la subida al Teide o por lo menos hasta Las Cañadas del Teide y los roques. 
Y si se tiene tiempo, pasar una jornada de baño en las instalaciones del Lago Martiánez que aunque parezca mentira, se puede acceder a él y deleitarse con sus instalaciones durante toda la jornada por solo 5,50 €... Y disfrutar de su temperatura, que esa es gratis. Tampoco está de más una visita a una explotación platanera.

Lo que ha cambiado poco es la margarita pétrea del Teide.


No como nosotros que hemos mejorado como el vino. Jejeje.


A la cumbre y dentro del cráter del Teide solo se puede subir hoy día con permiso de la autoridad del Parque. Afortunadamente para nosotros, que no tuvimos que plantearnos el reto de subir esos empinados 300 metros entre olores sulfúreos, que si no, lo subimos, eh. Así que con el recuerdo de la vez anterior ya nos vale. Jejeje.




 El Jardín Botánico no ha variado mucho, lo siguen conservando igual de bien que siempre.




Para mí, Concha está más guapa que antes, que ya es decir.




Y yo un poquillo más gordo, pero esto lo voy a solucionar a lo largo del año. Jejeje. Después del roscón de reyes, eh.


Añado una muestra de fotos de las casi mil que hemos hecho, para no aburrir demasiado.

(Pulsar en la presentación para ver más grande.)

2 comentarios:

  1. No conocíamos tu blog. Pero a partir de ahora seguiremos vuestros viajes y experiencias. Bonitas palabras las que le dedicas a Concha. Un abrazo fuerte.

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