miércoles, 30 de marzo de 2011

I Quedada Andaluza en La Herradura (Granada)

25, 26 y 27 de Marzo

He tenido la satisfacción de poder asistir a la I Quedada Andaluza de Kayak de Mar en La Herradura (Granada). Es una suerte que las circunstancias concomitantes lo hayan permitido, que no siempre ocurre así y me consta que más de un compañero se ha quedado con las ganas. Pensando en ellos trataré de contar cómo la he vivido yo, por si esto les sirve de alivio, como me ha pasado a mí en algunas ocasiones.

La ida. Son 288 kilómetros los que separan La Herradura de mi casa, que los repartí en tres trancos de unos cien kilómetros. En el descanso primero lo aproveché para comer, ya que emprendí la marcha en cuanto salí del trabajo, el viernes. Con esta pauta se hizo un trayecto muy llevadero y antes de las 18.00 horas ya estaba acomodado en mi habitación. Fui el primero en llegar.

El hostal. Con una situación inmejorable y una excelente relación calidad-precio, sin nada que envidiar a hotel de dos estrellas, con restaurante y terraza en la planta baja con precios bastante adecuados, por ejemplo el desayuno de café con leche con media tostada: 2 euros, con tostada entera 2,50 euros, con cualquier cosa que le quisieras poner encima. Con una terraza estupenda para la primera reunión matutina, mientras desayunábamos o para tomar un cafelito por la tarde mientras esperas a los compañeros para ir a cenar. A un tiro de piedra de un camping, para algunos compañeros que quisieron tomar esta opción. Junto a la playa y con aparcamiento privado más que suficiente. La habitación y limpieza muy bien.


La tarde-noche del 25. Desde la ventana de mi habitación, con vistas a la playa vi como se paseaba Roberto (Maresdelsur) y me fui a su encuentro. Mientras llegaban los compañeros, a los que estábamos esperando, nos fuimos a dar un paseo hasta llegar al centro de La Herradura, nos paramos en la tienda de Windsurfing y entramos en ella para curiosear sus productos y ya nos volvimos al camping donde acababa de llegar Ignacio. Los dejé acomodándose y yo me fui, de nuevo, al hostal para terminar de sacar mi equipaje.

Fueron llegando los malagueños... Ramón, Rafael (Mular), Salvador con sus respectivas familias, Carlos ... poco más tarde llegaron los gaditanos.

Las cenas. Después de los saludos y del reparto de algunas de las camisetas nos fuimos a cenar a Realengo, a propuesta de Ramón, una pizzería en la que se podía comer de todo. Y ya se sabe que con la mesa puesta, las cervecitas primero y el tinto más tarde el ambiente se empieza a animar. Estando en esto, se incorporaron Lourdes y Sofía que llegaban desde Madrid. No digo de qué se hablaba porque ya os lo podréis imaginar. Debió de parecer bien a todos el lugar porque al día siguiente repetimos en el mismo sitio y casi todos pasamos, en esta ocasión a beber vino. Muchos elegimos el entrecot, que el día anterior, algunos tuvieron el acierto de pedir. El restaurante era acogedor y teníamos una dependencia prácticamente para nosotros.



Los paseos. Al estar el restaurante un poco retirado del hostal nos permitió darnos los dos paseos de ida y otros tantos de vuelta en los que la charla no faltaba y todos tuvimos la oportunidad de relacionarnos.

Los “desorganizadores”. No quiero dejar de expresar mi agradecimiento a los malakas por el acierto de la desorganización, el empeño y el esfuerzo para que todo saliera bien y todos nos sintiéramos a gusto, como así fue. Un reconocimiento especialmente a Malaka-Ramón y a Rafael (Mular), sin menoscabo a los demás.

Las travesías. Las dos muy acertadas, con una distancia bastante asequible para todos, unos 24 kilómetros el primer día y un poco menos el segundo. El entorno precioso y el ritmo adecuado.


Los delfines. En uno de los momentos que navegaba entre Rafa (Mular) y Pepín, dijo este último: "Mirad allí". Y vimos, a lo lejos, junto a un grupo de gaviotas, un par de delfines que dejaron ver su cuerpo en el aire hasta en tres ocasiones.

El ambiente.
Todos con ganas de pasarlo bien y de conocer a otros compañeros.

Las olas refractadas. Coñaz...o de olas en determinados trozos de la travesía que me hacían estar más pendiente de apoyos y de estabilizarme que de disfrutar del paisaje y de la charla. Gracias a Mular a la ida y a Paco Ortega y Arturo a la vuelta que me hicieron soportable el canguelo de esos fragmentos de travesía. Ellas fueron las culpables de no haber podido hacer los cientos y cientos de fotos que podría haber hecho pues es difícil utilizar la pala y la cámara al mismo tiempo.

La paella. A mí me gustó mucho al igual que el lugar donde la comimos que estaba reservado solo para nosotros.


Los kayaks. Los conté dos veces. Sin duda había treinta y nueve, uno de ellos doble. Muestrario de modelos y colores.

El baño. Terminada la travesía y después de recoger los trastos, me pegué un buen baño. La primera impresión fue ¡co..ñ.. que fría está el agua, menos mal que nadie se ha caído del kayak! Pero al momento me recuperé de esa primera impresión y después me llevé quince minutos en el agua. Toda la playa para mí. Eso sí, con neopreno, eh. Despues una ducha de agua caliente en el hostal ¡No veáis cómo me quedé de bien! La foto me la hizo Malaka Nauto.



El domingo, muchos no salimos. Entre ellos yo porque el tiempo daba viento y quisimos ser prudentes.

Lo mejorable. Para próximas quedadas que se quieran hacer camisetas o polos debería haber una comparativa entre las tallas reales de las camisetas y las que conocemos todos de decartón. No es la primera vez que me pasa que las camisetas suelen estar excesivamente grandes. Se puede advertir, si se puede, que las tallas vienen grandes o que una XXL del decartón equivale a tal o cual talla de las encargadas. No sé si me explico. Todo esto, sin quitar mérito al trabajo que ha supuesto para los desorganizadores.
Por otro lado me gustaría que los kayakistas fuéramos más agrupados o al menos formando grupúsculos de tres o cuatro. Vi a los compañeros excesivamente dispersos a la vuelta de la playa de Burriana.

Lo mejor. Haber tenido la oportunidad de compartir nuestra afición con otros compañeros. Yo creo que departí, , aunque fuera unos momentos, con casi todos. Con los que no pude hacerlo, desde aquí les mando un abrazo.

¡A por la siguiente!



Más fotos:

Fotos de Malaka Nauto (se descarga carpeta de Megaupload)

Fotos de Paco Ortega (Barbablanca)

Fotos de Rafa (Mular)

La ruta. Sacada por Salvador.

domingo, 20 de marzo de 2011

Dejando el mono en el Corumbel


Huyendo un poco del Campeonato de España de Piragüismo que ayer tenía ocupado la mitad de la dársena y hoy habrá sido lo mismo y también que tenía ganas de estar solo, me fui al Corumbel a buscar silencio, aire limpio y quitarme el mono del kayak y bien que me lo he quitado, pues he estado unas siete horas subido en él, en plan tranqui, sin prisas, como a mí me gusta y a mi ritmo, con algunos descansos para estirar las piernas y comer algo.
Lo que he hecho hoy es realmente lo que a mi me gusta del kayak: contar las horas y no los kilómetros, disfrutar del silencio, del paisaje, observar la vegetación y la fauna, sentir la brisa …

Las enormes carpas levantaban un escándalo en las orillas rompiendo el armonioso ritmo del chapoteo del agua . Parejas de patos azulones levantaban el vuelo a mi paso por cualquiera de los rincones del embalse. Muchos patos azulones, cormoranes, garzas reales y un sin fin de pajaritos que amenizaban con sus cantos la entrada de la primavera.

El embalse está a tope, hasta arriba y el verde de la vegetación llega hasta el agua omitiendo la franja grisácea y sin vida que tiene cuando no está pleno. El agua turbia con tonos rojizos o amarillentos según la luz, solo las aguas que aportan los regatos son transparentes. Las lomas están verdes brillante salpicadas, según la zona con el amarillo de las aulagas o las incipientes flores de la jara pringosa.

Le he dado la vuelta a todo el embalse, solo he obviado la parte del rebosadero por seguridad y porque se escuchaba como estaba aliviando agua.

Así que allí se ha quedado el mono del kayak, y yo a cambio, quizás me he traído un saco de agujetas. Jejeje



sábado, 19 de marzo de 2011

Tortugas al sol